Lucio Angulo sopesa la retirada

Lucio Angulo cumplió 38 años el pasado 9 de abril. Ha pasado en el Cáceres las tres últimas de sus 17 temporadas como profesional, que inició en el Argal Huesca y le llevaron también a Zaragoza, TAU Vitoria, Real Madrid y Lucentum Alicante. Tiene un título de ACB, una Copa del Rey y una medalla de bronce en el Europeo de Turquía con la selección española. Ahora, se ve con fuerzas para seguir, pero en contra pesan la difícil situación del mercado y su reciente paternidad.

«¿Quién retira a Lucio Angulo? ¡¿Quién?!». Se lo preguntaba en voz alta el pasado mes de noviembre el entrenador del Ourense, Paco García, cuando su equipo cayó derrotado en el Multiusos por 81-75 tras una actuación estelar del alero maño, que aquella noche no solo anotó 20 puntos, capturó 10 rebotes y valoró nada menos que 38, sino que ofreció una lección de baloncesto a todos los niveles como pocas veces se ha visto en el pabellón cacereño desde la refundación del club. «Un tío que sabe botar sin ser un excelente botador, que sabe cuándo tirar sin ser un excelente tirador, que sabe cuándo pasarla., pues puede jugar hasta los 50 sin problemas. La gente cree que a esto se juega con las manos. No, se juega con la cabeza, es un juego de listos, y Lucio es el más listo», le elogiaba Paco García, aún asombrado por la exhibición a la que acababa de asistir.

Lucio Angulo tenía entonces 37 años. Ahora tiene 38 y acaba de poner punto y final a la que aún no se sabe si habrá sido su última temporada como jugador profesional de baloncesto, el broche a una carrera brillante que inició en el Argal Huesca de la ACB (1993-94), continuó en Amway Zaragoza (1994-96), explotó en el TAU Vitoria (1996-99), tuvo su momento de máximo esplendor en el Real Madrid (1999-03), comenzó a declinar en el Lucentum Alicante (2003-08) y puede haber concluido en el Cáceres (2008-2011), donde termina contrato. «Estoy colocando todo en la balanza, y son muchas las cosas que tengo que poner», explicaba ayer a este diario Lucio Angulo, de vacaciones pero aun así muy ocupado a causa de su reciente paternidad, que seguramente será a demás una de las razones que más pesen en su decisión final.

Por un lado tiene plena conciencia de las limitaciones propias de su edad para competir a alto nivel, pero por otro siente que ha llegado bien físicamente al final de la temporada, mejor en todo caso que el año pasado y sin duda gracias a la dosificación de minutos que le ha asignado Gustavo Aranzana. Esa es la primera fuente de dudas. La segunda, según afirma, la incertidumbre sobre qué hueco habrá en el mercado para alguien de sus características tras los nuevos cupos aprobados por la Federación Española de Baloncesto (FEB), que cambia el concepto de ‘jugador seleccionable’ por el de ‘jugador en formación’, sin tener en cuenta su nacionalidad, y abre por lo tanto el abanico de posibilidades para fichar, además con una previsible rebaja de los precios.

«La cabeza y el cuerpo me dicen que he terminado bien la temporada, pero por otro lado me estoy intentando mentalizar por si al final tengo que dejarlo, porque sé de gente que le ha costado, que lo ha pasado mal cuando le ha llegado el momento», afirma el ganador de una liga ACB con el Real Madrid, una Copa del Rey con el TAU y una medalla de bronce europea con la selección española.

FUENTE: CACERES BASKET.