Txus Vidorreta seguirá en Alicante

El trabajo de Txus Vidorreta en Alicante -como lo fue en Bilbao- ofrece pocas pegas. Llegó a orillas del Mediterraneo tras la destitución de Óscar Quintana antes del final de la primera vuelta y en pocas jornadas le dio la vuelta a la situación. Logró la salvación del Meridiano, que a su llegada tenía muy mala pinta, incorporando a jugadores como Martin Rancik, Kenny Hasbrouck y Bojan Popovic que aportaron experiencia y puntos.

El trabajo de Txus Vidorreta en Alicante -como lo fue en Bilbao- ofrece pocas pegas. Llegó a orillas del Mediterraneo tras la destitución de Óscar Quintana antes del final de la primera vuelta y en pocas jornadas le dio la vuelta a la situación. Logró la salvación del Meridiano, que a su llegada tenía muy mala pinta, incorporando a jugadores como Martin Rancik, Kenny Hasbrouck y Bojan Popovic que aportaron experiencia y puntos.

La temporada ya llegó a su fin y toca pensar en el futuro. El técnico vasco no tiene contrato para la próxima temporada pero en una entrevista a LAS PROVINCIAS ha confirmado sus deseos: «Voy a seguir aquí, por lo menos un año más. Estoy a gusto y convencido de que este proyecto puede crecer, pero para eso necesita ser más serio, más estable». Alabó al patrocinador Seguros Meridiano pero «lo único que le falta es estabilidad económica. La coyuntura no es la idónea, pero es mejor tener poco y disponer de ello para cumplir con lo pactado, que aspirar a mucho y pasarte media liga asfixiado».

Vidorreta ha hablado de dos jugadores importantes y plenos de talento. El primero Doellman y cuya continuidad está en entredicho hasta que se le abone lo que se le debe: ««Él está a gusto en el equipo, es feliz en la ciudad, pero que permanezca aquí otra temporada más depende de nosotros. Si cumplimos con lo pactado será sencillo, pero si no… Si queremos ser nosotros quienes decidamos y elijamos el camino a seguir debemos ser serios, sino es así, quedamos en manos de terceros». Con Heurtel, el joven y talentoso base que llegó cedido desde Francia ha tenido sus roces y explica que ha vivido «con él emociones contrapuestas, unas veces sufría su juventud y otras me enamoraba de su calidad. Es capaz de lo mejor y de lo peor, por eso me gustaría volverlo a entrenar, pero dentro de tres o cuatro años». Vidorreta insistió en que al ser un jugador cedido será complicado de retener.

Un equipo con aspiraciones tiene sus momentos y sobre todo su momento, en el que certifica su permanencia en la ACB, como explica el técnico vasco, fue su gran momento: «Me quedé en el pabellón y cuando salí me topé con unos aficionados que me dijeron que Manresa ganaba de cuatro. Nos quedamos todos allí, escuchando, cómplices, nerviosos, y cuando se acabó nos pusimos a saltar, a abrazarnos. Fue un instante mágico. Me hubiera gustado vivirlo delante de toda nuestra gente, pero aquella manera íntima de disfrutarlo también es un recuerdo fantástico para mí. Me llovieron los mensajes de otros colegas y me fui a cenar con Xavi Pascual, con el que me llevo fenomenal. No se me va a olvidar nunca».